Muerte

Muerte; mi querida compañera, hoy vengo a dedicarte unas palabras, sé muy bien que muchos te odian, otros temen tu presencia y algunos más añoran tu llegada. Resultando incomprendida tu existencia.

Lo que no saben de ti, mi amada amiga, es que vives en una soledad perpetua, vives como alma errante, como alma maldita, te impiden sentir, tocar, pues tus manos marchitan todo lo que ellas puedan acariciar, cubres las pisadas del hombre día y noche.

Ellos solo lo recuerdan cuando te ven pasar de cerca, siento que es un poco injusto que digan estar solos, cuando realmente, nunca lo están, pues tú mi dulce e incomprendida compañera, eres la más fiel viajera que a tiempo o a destiempo abrazas sin condición alguna, ofreciendo el más afectuoso descanso entre tus brazos.

Sylv.

27/04/2018